Se acerca el veinticuatro y el veinticinco de diciembre. Mucha gente en las casas, se debe cumplir el dicho "EN NAVIDAD CADA OVEJA A SU CORRAL". Las mesas se llenarán de comida y de bebida, todo, muy opulento. Abrazos, besos, alegrías, diversión, hermandad, todo real, pero ¿todo real o pura hipocresía? Está claro que hay de todo tipo.
Sólo tendríamos que mirar fuera y... frío, miseria,
hambre, hay quien no tiene techo donde dormir, ni mucho menos donde pasar el
día, mucho menos tiene comida que llevarse a la boca. Los de dentro celebran la
pobreza de su líder, un tal Jesús y lo hacen olvidándose de los pobres y
haciendo un gran desperdicio de dinero, comida y bebida así como de bagatelas
innecesarias para la vida, pero sí para presumir, a ver quién la hace más
gorda.
En otros lugares, hay quien no quiere volver a casa, no les importa la familia, seguramente, la familia, no les ha concedido todos los caprichos que deseaban, y rabiosos, deciden declararlos "NO FAMILIA".
NAVIDAD, fiesta impuesta por Constantino el grande, hijo de Santa Elena, y que nada tiene que ver con el nacimiento del rey de los pobres, y si es el solsticio de invierno. Lo he declarado el día de la PAZ, la gran mayoría de católicos lo ha declarado el día de la hipocresía, del despilfarro y del desprecio a los pobres.
QUE LA PAZ NOS ACOMPAÑE, JUNTO CON EL AMOR, DURANTE TODA NUESTRA EXISTENCIA.
Sinto petit a 23/12/2021
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