Bien, quizás mi visión
desde el materialismo puro, por tanto, no comerciar con nada, ni mucho menos
con los sentimientos, hace que, por un lado esté totalmente de acuerdo, pero,
por otro lado, quizás discrepe un poco en el mecanicismo y el mercantilismo que
creo entender en el escrito.
Estoy totalmente de acuerdo en que cuantas más facilidades y más comodidades se nos ofrezcan, nuestro nivel de vida será mucho mejor. Pero, entiendo que los seres humanos, de nada nos sirve todos los proyectos, todas las facilidades, todas las comunidades si todo ello no va acompañado del verdadero AMOR, no del amor mercantilista al que estamos acostumbrados, no. Si al AMOR que sólo entiende de comprensión, respeto y de compartir, que rechaza las cadenas, sobre todo las emocionales, que nada quiere saber de comprar y vender, sobre todo de sentimientos. Todo lo que no vaya acompañado por una motivación no competitiva, hará que los seres humanos evolucionen positivamente.
Escuchaba a
Chavela Vargas, en una de sus canciones, y decía ¿de qué me sirve la vida si tu
no estás?.
Quizás deberíamos preguntarnos
¿de qué le sirven a nadie las comodidades, las facilidades, las máquinas, etc. si
no hay con quien compartir nada?.
Evidentemente, a mí me han servido de mucho las máquinas y aparatos que he utilizado durante tres años y sus cinco intervenciones quirúrgicas. Me han calmado dolores, me han ayudado a adelantar las respectivas recuperaciones y han conseguido que no tuviera que depender de nadie. También puedo afirmar que las máquinas, aparatos y medicamentos, no consiguieron motivarme a seguir viviendo, a seguir trabajando para no abandonar la vida. En más de una ocasión, mi "cobardía" frenó mi suicidio.
Claro, conozco a
mucha gente, así, a bote pronto, más de trescientas cercanas y unos cientos de
trato muy simple, algunaspersonas dicen ser mis amigas, jajaja, disculpen la risa.
También soy padre de dos mozuelas, cuento con madre y cuatro hermanos, varios
sobrinos y cinco sobrino-nietos. Sí, totalmente cierto. En el pueblo, varios primos
segundos y tres primos hermanos en Barcelona.
Su presencia en el
hospital o en casa, nula., excepto la de una hija, madre y una hermana, Hecho
el inventario ¿humano? me he sentido más solo que cuando no hago ningún
recuento y me acompaño de mi sincera soledad.
¿De qué me sirven las máquinas, los adelantos, los medicamentos si no puedo reír con nadie, o tomar un café, o no puedo oir su voz o... ? todo lo contrario.
No quiero
extenderme más, no quiero que alguien piense que estoy llorando mis miserias y
exigiendo caridad.
Sólo añadir, que
el corazón sólo tiene que ver con la mente
por su excitación provocada por los pensamientos, no influye en nuestro
cuerpo-mente, tan solo bombea sangre. Y que de nada sirven aparatos y
medicamentos si con ello sólo conseguimos mejorar lo físico pero no va acompañado
de lo sentimental. ¿quién va a organizar un proyecto de vida si no puede compartir?
Si con nadie puedo compartir, ¿de qué me
sirve vivir? Seguramente si se añadiera humanidad a los aparatos y
medicamentos, disminuirían las visitas a los médicos y hospitales.
Sinto petit 04/07/2017
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